20/5/08

Sincero y veraz


Ser y vivir como Jesús

Como Jesús, hablar con una transparencia directa: «Sí, sí; no, no» "Sea vuestro lenguaje: "Sí, sí"; "no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno" (Mt 5,37), sin tener «personajes en nuestra persona, es decir sin hablar a unos de una manera y a otros de otra.
Como Jesús, que fue valiente cuando buscaban sorprenderlo en algún equívoco: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis?» dad al César lo que le corresponde, y a Dios lo suyo. Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. (Mt 16,21);
Como Jesús, que estuvo magnífico cuando unos amigos se le acercaron para advertirle que su vida corría peligro porque Herodes lo buscaba para matarlo: « y decid a ese zorro» que actuaré donde y cuando yo crea que debo hacerlo. (Lc 13,32).
Como Jesús, que no tuvo pelos en la lengua para desenmascarar a los ricos de este mundo: "Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos." (Mt 19,24; Mc 10,25; Lc 18,25). Entre los confabulados contra él, en la Pasión, ¿no estarían los ricos?
Como Jesús, defender la verdad aun a costa de la vida: «Vosotros tratáis de matarme; sin embargo, yo no he hecho más que anunciaros la verdad» (Jn 8,40ss);
aun a costa de perder discípulos "Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él."(Jn 6,66);
aun a costa de provocar el escándalo y la persecución "¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? (Mt 7,3; Lc 7,39).
No hay cosa que tanto le repugne como la hipocresía, la mentira y la tergiversación. Una de las expresiones más hermosas del Evangelio: «La verdad os hará libres» (Jn 8,32).
Como Jesús, que a la vista ya de la eternidad, resume el objetivo de su vida: «Para esto he nacido yo y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad» (Jn 18,37).
Después de muchos años, al evocar Pedro la vida de Jesús, testifica emocionado: «En su boca no fue hallada mentira» (1 Pe 2,22).

P. Ignacio Larrañaga

2 comentarios:

JORGE dijo...

Hola,

Muy buen artículo, que nos motiva a ser íntegros en nuestra vida, a ejemplo de Jesús.

Gracias y bendiciones

pradosdeverduras dijo...

Que podamos ser coherentes en la vida siempre. Decir sí, sí y no, no, cuando así lo pensemos y no nos dejemos manipular.
Un abrazo.